Si estás buscando auto, probablemente ya estés atrapado en el clásico dilema:
¿Le compro a una agencia o a un particular?
Y claro, cada quien defiende su bando como si estuviéramos hablando de fútbol. Los fans del particular juran que “sale más barato”, y los de agencia aseguran que “la seguridad no tiene precio”. Vamos a poner las cartas sobre la mesa y ver qué tanto hay de cierto en cada argumento… y de paso ayudarte a que no termines comprando un problema con llantas.